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Rumbo a Sant Josep, la costa que enamora

Hablar de Sant Josep es hablar de naturaleza, de paisaje y de experiencias inolvidables relacionadas con el entorno. La geografía del municipio alterna paisajes de interior, de carácter eminentemente rural y tradicional, con otros donde el mar, las calas de aguas traslúcidas y los acantilados más espectaculares se acompañan de una miríada de islotes repletos de belleza. Sant Josep es, sin duda, un privilegiado territorio de la isla de Ibiza que alberga una costa repleta de atractivos.

Es Vedrà

A lo largo de sus 84 kilómetros el litoral ofrece un repertorio espectacular de calas y rincones pintorescos que se ofrecen al navegante en todo su esplendor. No es difícil dejarse asombrar por la imponente mole de Es Vedrà o la transparencia casi inverosímil de las aguas de Cala Bassa, fondear en un pequeño rincón de la costa para ver ponerse el sol o poner proa a las playas más cosmopolitas para disfrutar del ambiente estival y de la irresistible belleza del parque natural de Ses Salines. Sant Josep ofrece eso y mucho más en todas y cada una de sus facetas marineras.

Parque Natural de Ses Salines, Torre de Ses Portes

Cuando uno tiene la suerte de poder recorrer la costa de Sant Josep no debe dejar escapar la oportunidad de realizar una serie de visitas obligadas, lugares únicos que merecen ser contemplados al menos una vez en la vida. Los islotes de su costa son uno de esos musts y los podemos ordenar por grupos. Por ejemplo, los islotes de poniente, los más alejados del litoral, conforman un pequeño archipiélago que son auténticas reservas naturales. Al ser entornos protegidos no está permitido desembarcar pero sus contornos muestran formas de lo más peculiares. De alguno de ellos, como es el caso de s’Espartar, se solía extraer el esparto con el que se elaboran productos artesanos como las espardeñas o los cestos típicos. En este islote y en los restantes encontramos especies endémicas como las lagartijas y algunas plantas resistentes que prosperan sin interferencias externas. Más cerca de la costa tenemos las islas Des Bosc y Conillera, ésta última de mayor tamaño. Ambas acaparan la atención de todos los bañistas que disfrutan de las aguas de las Platges de Comte, una playa encajada en un litoral formado por marés que, esculpida por el viento y el mar, nos regala la vista con formas caprichosas y perfiles inusitados. Indispensable su puesta de sol.

Islotes de Poniente

En otro grupo de islotes, más al sur, encontramos Es Vedrà y Es Vedranell, ambos parte de la Reserva Natural d’es Vedrà. Navegar bajo la imponente figura de este majestuoso par de islotes es una de las mejores experiencias que cualquier navegante puede disfrutar en este lado de la isla. No son pocos los aficionados que llegan en kayak, aunque hay que ser precavidos ante las posibles corrientes que suelen fluctuar en el canal. El punto de partida para estas travesías suele ser la playa de Cala d’Hort que, además de hermosas panorámicas cuenta con una excelente oferta gastronómica.

Reserva Natural d’es Vedrà

Continuando la costa, rumbo sur, nos encontramos con otro lugar muy particular: Sa Pedrera. Esta zona de la costa tiene también al marés como gran protagonista. De hecho, su peculiaridad radica en que fue la cantera de la que se extrajo la piedra con la que se levantaron buena parte de las murallas renacentistas de Ibiza. De ahí sus simetrías y sus formas geométricas, resultado del tallado industrial de la roca. Hoy es casi un lugar de peregrinación para quien quiere disfrutar de un entorno pintoresco alejado de los lugares más concurridos. Su acceso desde tierra es difícil pero el navegante podrá disfrutar de su belleza sin esfuerzo alguno. El chapuzón más placentero está garantizado. Las grandes playas nos esperan todavía más al sur, empezando por la de Es Codolar, con una orilla compuesta íntegramente por cantos rodados, las Salinas, de aguas límpidas y blancos fondos arenosos, y es Cavallet, ya orientada hacia la capital de la isla, que comparte vecindad con Playa d’en Bossa, limítrofe con el municipio de Eivissa. A lo largo de todo el contorno litoral de Sant Josep nos podemos encontrar con un buen número de calas y rincones marineros que garantizan una experiencia total: sa Caleta, es Bol Nou, Cala Carbó, Cala Llentrisca, Cala Molí, Porroig… La lista es larga y se alterna con otras playas medianas con una gran oferta complementaria como Cala Vedella o Cala Tarida.

Cala Vedella

Disfrutar de las aguas de Sant Josep y del irresistible atractivo de su costa requiere de unas premisas muy básicas que se hallan eminentemente orientadas hacia la protección de la abundante y rica vida de sus fondos marinos, muy especialmente de la posidonia oceánica (declarada Patrimonio Mundial). Esta planta marina, endémica del Mediterráneo, es la responsable de la transparencia y limpieza de las aguas de la isla gracias a su extraordinario poder de oxigenación. Se calcula que cada metro cuadrado de pradera de posidonia es capaz de producir hasta 20 litros de oxígeno diario. Sin embargo, esta planta que tiene raíz, tallo, hojas, frutos y flores es tremendamente frágil y su crecimiento es muy lento, apenas 1 centímetro cada año. Por ello el navegante debe extremar las precauciones a la hora de fondear en sus proximidades. En las cartas náuticas ya aparece la actualización con el símbolo “Sg-seagrass” que identifica la presencia de praderas de posidonia oceánica en el fondo marino para que el navegante conozca la ubicación exacta de esta planta que suele formar extensas praderas submarinas. Es fundamental la concienciación de todos los amantes del mar para que un ancla mal ubicada no malogre la supervivencia de la posidonia. Se debe priorizar el fondeo en fondos arenosos, extremando siempre la precaución para evitar arrojar el ancla sobre praderas. En áreas especiales se ha puesto en marcha un servicio de reserva de boyas, como es el caso de la playa de Ses Salines. La reserva previa se puede realizar vía web o app.

Posidonia Oceánica

A nivel general, los lugares más populares para fondear son las playas de Es Jondal, Porroig, Cala Vedella, Cala Bassa y Port des Torrent, aunque los rincones para hacerlo son innumerables si se atienden las normas básicas de seguridad. A la costa de Sant Josep se suele acceder desde los distintos puertos deportivos que se distribuyen por la costa ibicenca. Son los de Sant Antoni, al norte de Sant Josep, y el de Eivissa, al sur. En la vertiente de levante tenemos el puerto deportivo de Santa Eulària. Los tres puertos de la isla reúne todos los servicios que una embarcación pueda requerir. A todo ello se suman las distintas rampas que, también ubicadas en distintos puntos costeros, permiten la botadura de barcas pequeñas, como la que se encuentra en Sa Caleta, Punta Xinxó o Cala de Bou.

Para el navegante estas son solo unas pistas preliminares, la excusa para poner rumbo a la costa de Sant Josep. Con toda certeza, cuando lo haga, la experiencia real superará con creces las expectativas. Porque sus aguas, la vida que albergan, y las espectaculares vistas que ofrece enamorarán a primera vista a todos los afortunados que se hallen a bordo. ¡Feliz travesía!

Información de interés para el navegante:

Mapa interactivo de puertos, boyas, y fondeo libre en Ibiza y Formentera:
Carta Náutica Ibiza:
Reserva de boyas alrededor de las Islas Baleares: