La costa oeste de Sant Josep es conocida por sus puestas de sol y fantásticas playas de arena blanca.
Empezando por Cala Vedella, una auténtica piscina natural de aguas cristalinas, muy familiar y de amplios servicios. Le sigue Cala Molí, playa rodeada de bosques de pinos y vegetación mediterránea con vistas inmejorables del islote de S’Espartar.
Cala Tarida es otra de las playas más visitadas de la isla, de gran extensión y formada por pequeñas playas separadas. Muy turística, con infinidad de alternativa de ocio, servicios y restaurantes. Subiendo por la costa hacia el norte nos encontramos Cala Codolar, una playa pequeña y tranquila, orientada a poniente.
Le sigue una de las playas más famosas de Ibiza, Platges de Comte, un increíble paraíso para el baño y desde donde probablemente se pueden contemplar las puestas de sol más espectaculares de la isla. Está formada por calitas con los islotes de Poniente en el horizonte. En definitiva, se trata de un auténtico paraíso de aguas cristalinas y tonos de color turquesa.
Por último, hay que destacar también la playa de Cala Bassa, una auténtica piscina natural, considerada como una de las más bonitas de la isla por la transparencia de sus aguas, la calidad de su arena y el frondoso bosque de sabinas, pinos y tamarindos que la rodea.