Sant Josep de sa Talaia ocupa una amplia extensión del suroeste de la isla de Ibiza y, enclavado en pleno mediterráneo, sus tierras y sus aguas se benefician de un clima suave y agradable durante todo el año. Sin duda, un aliciente añadido para el visitante, que puede disfrutar del patrimonio natural y cultural del municipio sin estar condicionado por variantes climáticas extremas.

La isla de Ibiza en su conjunto brinda unas temperaturas medias templadas y su nivel de precipitación es reducido, aunque bastante irregular ya que cuando esta se produce suele concentrarse en unos pocos días al año. No obstante, la humedad natural de la isla se preserva gracias a un geología rica en acuíferos que almacenan el agua de su abundante relieve montañoso. La media anual suele establecerse entre los 16 y los 18º, en verano éstas se alzan hasta los 29º y los 31º, mientras que en invierno las noches más frías no bajan de la horquilla 5-9º. Para hacernos una idea, la temperatura en invierno, en el mes de enero, tradicionalmente el más frío, suele situarse en los 15,5º de máxima y los 8,1º de mínima. En primavera, podemos ir desde los 17,2º de máxima y los 9,3 de mínima del mes de marzo hasta los 22,2º y los 14,2º respectivamente que ostenta el mes de mayo. En verano las temperaturas escalan notablemente y alcanzan medias de 30º de máxima y 21,8º de mínima en el mes de agosto, que suele marcar la cúspide del mercurio. El otoño ofrece unas diferencias más notables entre sus meses, con máximas promedio de 27,6º y mínimas de 19,5 de septiembre hasta los 16,7º y 12º respectivamente que suele ofrecer el mes de noviembre.

La playa de Cala Bassa una mañana de mayo

Para los amantes de las actividades acuáticas, Sant Josep ofrece durante todo el año una buena temperatura en sus aguas, que no suelen bajar de los 13,3º en los meses de enero a marzo. Obviamente en verano las cifras se elevan, alcanzando los 24,4º del mes de agosto y descendiendo suavemente hasta los 20,6º del mes de octubre, por ejemplo. La condición de isla hace que el predominante efecto regulador del mar suavice las temperaturas. Una característica que la hace ideal para, por ejemplo, el buceo, que no tendrá que lidiar con temperaturas abisales de menos de 13º.

Las horas de sol y los días de lluvia también confirman la benignidad del clima isleño y facilitan el disfrute al aire libre de todos los atractivos naturales de Sant Josep. Sin duda la primavera es la época del año donde se da un salto cualitativo más evidente. Esos meses suponen un auténtico adelanto del verano, con la naturaleza del campo en todo su esplendor. Las actividades deportivas y de ocio al aire libre son mucho más numerosas que en invierno y las temperaturas suaves propician la celebración de competiciones deportivas que concitan gran interés tanto a nivel nacional como internacional.

Es la época en la que Sant Josep muestra todo su potencial como entorno natural. En otoño y en invierno también se celebran pruebas deportivas y sus meses son escogidos por algunos equipos para realizar entrenamientos o stage preparatorios en un entorno tranquilo y con infraestructuras de calidad.

Cada época del año tiene un evento natural destacado que también reúne a residentes y visitantes.

Así, por ejemplo, enero es el mes de la floración de los almendros en Sant Agustí. En esa época los campos se blanquean con la flor del almendro. Los amantes de la fotografía y del senderismo tienen ante sí un auténtico paraíso del que disfrutar.

En abril la primavera estalla en todo su esplendor, los campos exhiben los colores más vivos y es la época ideal para descubrir los múltiples recovecos y rincones de la geografía de Sant Josep. Rutas a pie o en bici, rutas de kayak, navegación a vela, … el catálogo es infinito.

Cuando el verano ya colea, es buen momento para contemplar la llegada de los flamencos a las Salinas de Ibiza aunque cada vez la colonia residente de esta especie crece en tamaño por las temperaturas suaves del invierno. Es un espectáculo contemplar la riqueza de la avifauna en los estanques del Parque Natural.

Durante todo el año podemos disfrutar de puestas de sol de gran belleza, sin embargo los meses de otoño son los que nos regalan las paletas de cielo más impresionantes.