Naturaleza en estado puro, Ses Salines de Ibiza.
Ses Salines es la zona situada más al sur de la isla de Ibiza y destaca por ser un Parque Natural que abraza también el norte de Formentera. En esta zona se sigue todavía extrayendo y exportando gran cantidad de sal. De hecho, desde la carretera principal, podréis ver las increíbles montañas blancas de sal preparada para ser refinada. La sal fue durante siglos el sustento económico de muchas de las familias de la isla. De hecho, los salineros tienen reconocida su dura labor con una estatua al lado de la iglesia de Sant Francesc de Ses Salines.
La belleza biológica del lugar contrasta con el ambiente turístico y cosmopolita de los meses de verano, donde se encuentran algunas de las playas más famosas del Mediterráneo. Siguiendo la carretera que va hacía la playa de Ses Salines, hay diferentes desvíos que nos conducen a otras maravillosas playas y calas.
En primer lugar, encontramos Sa Sal Rossa, al final de Playa d’en Bossa. Es una pequeña cala rocosa. Envuelta de casetas varadero donde los isleños guardan sus barcas y pasan el fin de semana. Es una cala muy tranquila, con poca afluencia.
Otra de las imprescindibles es Es Cavallet, la primera playa nudista de la isla. La pureza de su agua y la arena blanca la hacen una playa única y excepcional. Además, podréis disfrutar de la buena cocina en cualquiera de las terrazas de los restaurantes y chiringuitos situados a lo largo del arenal. En el camino que os conduce a la playa, hay un desvío que llega hasta la capilla de Sa Revista, disimulada entre casas y vegetación autóctona. Es un bonito lugar para conocer la arquitectura religiosa tradicional de la isla y, además, pararse a descansar.
Al final de la carretera, llegamos a Ses Salines, una de las playas más conocidas de Ibiza por su arena blanca, sus aguas cristalinas y, sobre todo, por su ambiente. Podréis disfrutar del sol, de un relajante masaje, de un refrescante cóctel y de la gastronomía en alguno de los restaurantes que la han convertido en un referente para famosos y turistas, un punto de encuentro. No es difícil encontrarse con personajes del mundo del espectáculo, deportistas de élite, modelos… andando por la orilla y paseando hasta la Torre de ses Portes.
Justo en el extremo opuesto de Sa Sal Rossa, está la playa de Es Codolar. Se trata de una playa de cantos rodados (còdols en catalán, de ahí su nombre) en la que apenas hay gente. Es agradable darse un baño en un lugar casi desierto, aunque encontraréis un beach restaurant al final de la misma, en Es Cap des Falcó (llamado así porque hay un acantilado que parece la cabeza de un águila). Allí podréis relajaros en las hamacas y al atardecer contemplar la puesta de sol. Además, de camino a Es Cap des Falcó, podréis ver muy de cerca los estanques del Parque Natural, donde viven gran variedad de aves protegidas. Durante casi todo el año, los flamencos tiñen de rosa este lugar. Es una visita obligada para los amantes de la naturaleza y también de la fotografía.