Paseo desde Port des Torrent hasta Cala Bassa
Esta ruta nos llevará por el litoral que se extiende al sur de la bahía de Sant Antoni, partiendo y llegando desde dos playas populares y a la vez muy diferentes.
Contemplaremos una antigua cantera de marés, apreciaremos la interesante composición geológica de este tramo de costa, divisaremos casetas varadero típicas, nos dejaremos asombrar por una cueva increíble y, finalmente, zambulliremos la mirada en las paradisíacas aguas turquesas de Cala Bassa. La ruta se realizará por senderos pequeños de litoral, sin apenas indicaciones pero muy intuitiva. Es de baja complejidad y tiene una extensión aproximada de 7 kilómetros, ida y vuelta.
Port des Torrent
Iniciamos la ruta en la playa de Port des Torrent, un arenal muy popular que brinda al bañista unas aguas transparentes, un amplio arenal y toda una gama de servicios a su alcance. Desde el extremo lateral que se extiende a su izquierda seguiremos la pequeña senda que discurre por la costa, en paralelo a las diversas construcciones que se alzan también a nuestra izquierda. Pasaremos junto a zonas arboladas de pinos y sabinas manteniendo a nuestra derecha el mar. Caminados unos 40 metros encontraremos un camino más amplio que nos dirigirá al entorno de unas casetas varadero. Estas se hallan a resguardo de Punta Pedrera, orientadas hacia el interior de la ensenada natural de Port des Torrent. Punta Pedrera, como su nombre indica, fue una antigua cantera de la que se extraía el marés. Esta roca sedimentaria, resultado de la litificación de dunas, está formada por granos de arena y restos fósiles cohesionados por un cemento de carbonatos. Esculpido por el viento, el marés ha sido un material esencial en construcciones tan importantes como las murallas de Ibiza. Cuando nos acerquemos podremos ver multitud de cortes verticales y horizontales que tallan simétricamente la costa, incluyendo grandes escalones y bancadas que en algunos casos nos ayudarán a llegar hasta el mar. Allí podremos darnos un chapuzón en una piscina natural formada por los socavones de la explotación.
Punta Pedrera
Seguimos ruta buscando siempre la linde marítima. En algunos tramos nos tendremos que guiar por la intuición, teniendo siempre como referente el mar; nuestro objetivo es ir lo más cerca de la costa posible. Pasaremos por el final de alguna calle asfaltada y de algún camino que llega hasta el borde del acantilado. En ese momento estaremos pisando una formación geológica de rocas que combina una superficie carbonatada bajo la cual se extiende una capa de arenas compactadas del cuaternario y cuya base, de varios conglomerados a nivel de mar, se formó también en el cuaternario. Estos sustratos diferentes son bien visibles en el acantilado del Racó des Penyal, el siguiente saliente rocoso al que llegaremos 1 km después de haber dejado sa Pedrera. Esta pequeña península cuenta con un entrante marino muy acentuado, en forma de flecha. No es posible rodearlo por la costa por lo que aprovecharemos alguna de las sendas abiertas entre el bosque que puebla la zona para avanzar.
Estamos ya a muy poca distancia de Cala Bassa. Una vez superado el vértice de ese entrante marino podemos intuir varios senderos que prosiguen por la linde marítima y que seguiremos con la vista siempre al frente para adivinar la costa que antecede la playa de destino. Pasados unos chalets, el tramo costero se clarifica y estaremos sobre una base pétrea que se alza a poca altura sobre el mar. Aquí encontraremos varias cuevas que se abren al mar y que permiten a los afortunados kayakistas disfrutar de sus recovecos. Sin embargo, unos metros más adelante, y ya con Cala Bassa delante, tendremos la fortuna de encontrarnos con una cueva-playa abierta al cielo, sin duda una de las atracciones de la zona. Podemos descender hasta el agua y remojarnos los pies si nos apetece. Estamos ya en la antesala de Cala Bassa, una playa en cuyo acceso encontramos unas peculiares formaciones rocosas que dan paso a un arenal de deslumbrante arena blanca y fondos transparentes. La oferta gastronómica es amplia, contando con varios restaurantes y kioscos especializados en propuestas muy diversas. El ambiente es cosmopolita y cuenta con acceso marítimo mediante barcas de línea regular que la conectan con Sant Antoni.
Cala Bassa
Una vez hayamos descansado a la sombra de su espectacular bosque de sabinas, podemos retornar al punto de inicio siguiendo el antiguo camino de Cala Bassa. Este nace en la carretera que lleva hasta la playa y recorre la parte interior hasta conducirnos a Port des Torrent. Podremos apreciar la riqueza de la flora autóctona hasta llegar al tramo asfaltado que nos indica el comienzo de la Avda. Sant Agustí, ya en la trama urbana que nos sitúa a poca distancia de Port des Torrent.