Iniciamos esta ruta de snorkel en una pequeña plataforma de roca próxima al embarcadero que lleva a San Antoni. Enseguida encontramos un fondo de roca en forma de plataforma amplia que desciende de un modo escalonado, aunque en tramos se muestra vertical para descansar en un fondo de tupida pradera de posidonia que se va alternando con blancos arenales.
Recorrer el final de la plataforma permitirá a los apneistas descensos a profundidades de más allá de 5 metros, donde veremos grupos de salpas y de sargos y, ya en el arenal, mabras que remueven el fondo en busca de pequeños crustáceos de los que alimentarse. Pero si lo que nos gusta es ver la vida próxima, sin descender, iremos por encima de la plataforma que aparece horadada y tapizada de algas pardas.
Aquí abundan los tordos que picotean las algas, blenios siempre vigilantes y vistosos fredis (Thalasoma pavo). Los erizos abundan entre los huecos de la losa y en las aguas más profundas son habituales los cardúmenes de pequeños peces que en ocasiones se mueven violentamente pero al unísono al verse perseguidos por algún cazador como la lubina o el dentón.
A medida que avanzamos la pared se pliega en vaguadas donde destacan rocas de desprendimiento que ofrecen infinidad de senderos entretenidos para disfrutar de unos fondos ricos y acogedores.
El recorrido propuesto nos llevará en dirección a las casetas de pescador aunque, como están bastante lejos, no es necesario llegar a ellas y en cualquier momento en que nos apetezca invertiremos el rumbo para regresar al punto de inicio.