El caló de s’Oli es una tranquila playa urbana típica de este tramo litoral caracterizado por el tapiz de roca arenisca repleta de hendiduras, perfil que se repite bajo el agua, de modo que el visitante que quiera asomarse a fondos muy someros encontrará muchos motivos de interés navegando por encima de la plataforma. Y el que guste de más profundidad lo único que tiene que hacer es separarse unos metros y entonces el fondo cae hasta unos -5m, en que hace su aparición la fecunda pradera de Posidonia oceanica.
La ruta recomendada va desde la derecha del caló de s’Oli hacia la baliza verde, aunque sin llegar a ella, pasando por la punta d’en Xinxó, una pequeña lengua de roca que también bajo el agua se presenta claramente como prolongación rocosa rodeada de posidonia.
La vida abunda en estos fondos, tal vez por eso es frecuente encontrar en la costa pescadores de caña, por lo que tendremos mucho cuidado para no engancharnos con su línea.
Los innumerables huecos son ocupados por erizos que, en cuanto quedan dañados, son rápidamente devorados por nubes de peces como doncellas, fredis y mojarras.
Entre la posidonia veremos grandes grupos de salpas, peces plateados con vistosas rayas doradas verticales que evolucionan en coreografía. Las salpas son vegetarianas, picoteando continuamente las hojas de posidonia, aunque cuando son juveniles tienen una dieta más amplia y también son carnívoros.
Lugar frecuentado por pescadores de caña. Cuidado con las líneas y anzuelos de pesca.