Una de las experiencias más fascinantes que podemos vivir en Ibiza es dar un paseo en barco por la costa de Sant Josep. Apreciar el litoral, ver bellos islotes, diferentes aves e incluso delfines son algunos de los atractivos de este tipo de actividades. Una ruta muy recomendable es la que sale en barco desde el puerto de Sant Antoni hasta Es Vedrà, parando en la playa de Cala d’Hort para tomar un baño y en las impresionantes Platges de Comte.

Sant Antoni de Portmany

Desde Sant Antoni hay compañías que realizan este tipo de excursiones de forma regular, a precios bastante económicos. Si lo que queremos es ir por nuestra cuenta también podemos alquilar un barco con patrón desde el Club Náutico de Sant Antoni.

Sa Conillera

Salimos a bordo de la embarcación de la bahía de Sant Antoni y ponemos rumbo a sa Conillera. Este islote, que pertenece a la Reserva Natural de Es Vedrà, es Vedranell i els Illots de Ponent, cuenta con una única edificación: un faro. Poblado de sabinas, en sa Conillera habitan especies protegidas como el virot (pardela balear) o el halcón eleonora.

Lo siguiente que vemos es Cala Bassa, una preciosa playa de aguas color turquesa y arena blanca en forma de media luna. El litoral de esta zona se conserva virgen y está poblado de frondosos pinos y sabinas.

En el recorrido también encontramos la Torre d’en Rovira, situada entre Cala Bassa y Platges de Comte. Fue construida en 1763 y forma parte de las torres de defensa que hay en toda Ibiza y que antiguamente servían para vigilar la llegada de piratas enemigos. Llegó a tener dos cañones.

Dejamos la torre y vamos dirección Es Vedrà. De hecho, en este punto del recorrido ya se aprecia a lo lejos su silueta mítica. Se cuentan numerosas leyendas en torno a este islote, como que las sirenas atraían desde allí a los pescadores o que es una especie de triángulo de las Bermudas.

S’Illa des Bosc y Es Picatxos

Pero antes de llegar a Es Vedrà aún nos queda un tramo de recorrido. Es el momento de cruzar s’Illa des Bosc, bonita isla redonda y cubierta de matorral situada enfrente de Platges de Comte. Pasamos también por las bellas formaciones rocosas de formas caprichosas que tiene el islote, llamados Es Picatxos.

Platges de Comte

Es entonces cuando llegamos a las Platges de Comte, un conjunto de playas espectaculares, con agua transparente y bonitas paredes de arenisca. Hay dos calas más grandes y una más pequeña, que es nudista, Es Recó den Xic

S’Espartar

En el recorrido se pasa también junto al islote de s’Espartar, perteneciente asimismo a la reserva natural. Solo se puede atracar con permiso del Govern balear. Durante los meses de julio y agosto los artesanos del esparto acuden a buscar esta fibra para confeccionar los ya tan míticos capazos y las famosas sandalias “espardenyes”. Como todos los islotes, cuenta con una especie endémica de lagartijas, en este caso de color azulado.

Cada vez estamos más cerca de Es Vedrà. El islote, de 385 metros de altura, tiene al lado otro más pequeño, Es Vedranell. Ambos cuentan con una gran variedad de endemismos vegetales. Asimismo, hay numerosas aves y lagartijas, que en Es Vedrà son de tono amarillo.

El barco da una vuelta a todo el islote, para poder apreciar bien su altura y su majestuosidad. Desde ahí podemos apreciar a lo lejos las cabras que habitan en esta isla y que introdujeron las familias ibicencas que son dueñas de este paraje para su caza.

Es momento ya de llegar hasta la bonita playa de Cala d’Hort, donde podremos tomar un baño en sus transparentes aguas, siempre bajo la atenta mirada de Es Vedrà a lo lejos.

La embarcación pone entonces rumbo de nuevo hacia Platges de Comte, un paraje idílico en el que dispondremos de dos o tres horas de tiempo libre para bañarnos o tomar algo en sus chiringuitos.

Tras Platges de Comte es hora de regresar al puerto de Sant Antoni, donde finaliza nuestra excursión.