Justo detrás de la capilla de Sant Francesc de s’Estany encontramos esta escultura de un salinero realizada por el escultor Pedro Juan Hormigo para homenajear a todas aquellas personas que han contribuido a la labor de extraer la sal durante la historia. La escultura está inspirada en la imagen más representativa de los salineros ibicencos, aquella en la que se ve a un trabajador con un cesto en la cabeza.
La escultura fue inaugurada el 7 de abril de 2007 y está realizada en bronce mide 2,15 metros contando con el pedestal (la pieza del salinero aislada tiene una altura de 1,85 metros). Como sucede con el resto de la obra de Hormigo, el vacío tiene un peso importante en la imagen, ya que la pieza se ha construido como un envoltorio de un cuerpo sin contenido. Las facciones de la cara no están marcadas al objeto, según explicó el escultor en la presentación de su obra, de «rendir un homenaje a todos los salineros que, durante siglos, trabajaron en la extracción de la sal».
Si visitas Sant Francesc de s’Estany al atardecer, es un fantástico momento para contemplar cómo el sol se pone sobre los estanques y la figura del salinero como testigo.