Sant Jordi es el pueblo más próximo al aeropuerto. Está situado muy cerca de la zona turística de Platja d’en Bossa y de la ciudad. Resulta imprescindible visitar su majestuosa iglesia fortificada, rodeada por un patio lleno de flores y palmeras.
El templo nació como respuesta a las necesidades espirituales de las personas que trabajaban recogiendo la sal en los estanques de ses Salines y se cree que existía antes de 1577. Sus muros maestros son oblicuos y están coronados por almenas que subrayan su carácter de fortaleza. Allí se escondían también los vecinos cuando arreciaban los ataques de los filibusteros. Las capillas laterales se levantaron en el siglo XVIII, cuando ya no fue necesario el uso defensivo del templo.
Nada más cruzar Sant Jordi, de camino al aeropuerto, hay un hipódromo donde los sábados se celebra un mercadillo popular, con objetos de segunda mano y algo de artesanía y ropa. El pueblo posee también varios restaurantes y comercios, y al estar situado muy cerca del Parque Natural de Ses Salines, ofrece numerosas playas vírgenes donde disfrutar del mar, como Es Codolar, Sa Sal Rossa, Ses Salines o Es Cavallet.