La torre de Ses Portes marca el extremo sur de la isla de Ibiza y del municipio de Sant Josep. Se encuentra en el punto que separa las populares playas de Es Cavallet y Ses Salines, en el parque natural del mismo nombre. Es una de las muchas construcciones defensivas que se erigieron alrededor de la isla con el fin de vigilar el tránsito marítimo y alertar de la presencia de naves potencialmente hostiles. La mayoría se levantaron en el S. XVIII y la torre de Ses Portes fue una de las primeras en construirse, contando con un tamaño superior al resto de torres. Ambos hechos dan una idea de la importancia estratégica del enclave, ya que dominaba el paso hacia la capital de las naves que transitaban por el canal de Es Freus, antesala de la ruta marítima que nos lleva a las tierras del norte de Africa. A la torre se puede acceder a pie desde las zonas de estacionamiento de Es Cavallet o de Ses Salines, ya sea caminando por la orilla de ambas playas o bien por los senderos que discurren por los bosques de pino y sabinas que pueblan la zona existente entre el mar, las dunas y los estanques.
A los pies de la torre, pegadas a la franja costera de piedra marés, se encuentra un pequeño grupo de casetas varadero que se abren a unas aguas que fueron en su día testigo de práctica pesqueras tradicionales como la almadraba. Hoy, desde ese punto, el visitante puede contemplar una hermosa vista sobre los islotes diseminados que se esparcen entre las dos pitiusas, con el mayor de ellos, Espalmador, precediendo el perfil alargado de la isla de Formentera. Las aguas turquesas combinan la claridad de los fondos arenosos con los tonos oscuros de las praderas de posidonia, que se extienden hasta la isla vecina y las costas circundantes.